Inoxnalón o Geolag Turismo Ecológico son algunas de las compañías que se desarrollaron en la Ciudad Industrial del Valle del Nalón

Una de las empresas con más trayectoria en la Ciudad Tecnológica de Valnalón es Inoxnalon S.l., una empresa que justamente el año pasado celebró su veinte aniversario y cuyos inicios estuvieron vinculados al Centro de Empresas antes de trasladarse a una nave cuando todavía se denominaba Ciudad Industrial. La directora financiera de Inoxnalón, Rosa Roces, señala que en estos años han visto «desgraciadamente, cerrar muchas empresas, pero también nacer y evolucionar otras, entremezclándose la tradición metalúrgica de la zona con las nuevas tecnologías». Así, la misma considera que «estamos en un lugar privilegiado, en el corazón de las cuencas mineras» por la accesibilidad que Valnalón tiene para transporte de mercancía y en línea directa con el emprendimiento, «con lo que para cualquier nueva idea o ampliación siempre puedes solicitar, con mucha facilidad, información y ayuda a través del personal altamente cualificado del Centro de Empresas».

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Para Roces, Valnalón es una institución referente cuando se habla de emprendimiento, y pone de relieve el que cuente «con un equipo humano totalmente volcado en incentivar a las personas que se animen a poner su propia empresa, desde la labor de asesoramiento en los difíciles inicios hasta la puesta en marcha de la empresa y posterior consolidación. No hay ningún paso intermedio que se deje al azar», destaca.

Y en su balance de lo que supone Valnalón después de tres décadas de actividad, la directora financiera de Inoxnalón no quiere dejar de lado la labor que, en su opinión, «significa que llevan el nombre de nuestras comarcas y de Asturias allá donde sus técnicos llegan. Por lo que debemos sentirnos orgullosos de tener una institución tan prestigiosa como cualificada a nuestro alcance».

Y a todo esto, Rosa Roces añade otra particularidad «que nos encanta de Valnalón, que desde lo pequeño han llegado a lo grande sin perder el carácter familiar que vincula de una forma extraordinaria a  la mayoría de las personas o empresas que pasan por el Centro». Es más, la misma comenta a mayores «la  sensibilidad  y visión de todo el equipo, preocupados no sólo por el mundo empresarial, sino que se acercan a retos sociales u otros como la transparencia de su gestión». «No es de extrañar que con este bagaje le lleguen reconocimientos como el Premio Príncipe de Girona», apostilla la representante de Inoxnalón.

Otra de las empresas que se han consolidado en Valnalón, aunque en este caso de forma más reciente, es Geolag Turismo Ecológico. Su impulsora Luna Adrados llegó al Centro de Empresas con la idea más o menos desarrollada pero admite que se arrepiente de no haber ido antes «porque en tema de emprendimiento no tienes por qué saberlo todo, y allí te dan una visión integral». De hecho, destaca que Valnalón sea tal multidisciplinar y un lugar en el que el emprendedor o empresario puede encontrar solución a cualquier carencia que le pueda surgir: «te enseñan a funcionar como empresario, a centrar las ideas desordenadas de tu cabeza, a llevar tus números, te ofrecen píldoras de formación que te ayudan a ser independiente y cuando tienes una carencia, te proporcionan vínculos con otras empresas», comenta Luna Adrados, quien pese a no necesitar contar con una oficina en el Centro de Empresas porque su actividad laboral no lo requiere, mantiene una gran vinculación con Valnalón al formar parte de la Red Emprendedora. Es decir, ella es una de las personas comprometidas a retornar a la sociedad lo que el Centro le ha aportado a ella y colabora en la divulgación del emprendimiento «enseñando a los futuros y potenciales emprendedores las ventajas y los inconvenientes de serlo».

Pero si algo destaca la impulsora de Geolag Turismo Ecológico sobre lo que significa la Ciudad Tecnológica de Valnalón es que «convierten lo difícil en fácil», por lo que recomienda a cuantas personas tengan una idea o proyecto «contar con los espacios similares a Valnalón que tengan al alcance».

Fuente: La Voz de Asturias